SEUNDA PARTE
CAPÍTULO V
En un pueblo llamado San Juan del Valle, al norte de la ciudad de Loja, donde cinco parcialidades de aborígenes conviven. El 24 de junio, en honor al Santo Patrón, se celebran fiestas en las que los indígenas trabajan para el entretenimiento de los blancos de la ciudad. Esto incluye una corrida de gallos, donde los caballeros compiten por arrancar a un gallo vivo de una horca utilizando sus caballos. Tres gallos deben ser martirizados antes de que comience la corrida de toros.
En junio de 1941, una misteriosa amazona, Rosaura, aparece en la plaza en un corcel blanco. Sorprende a todos al arrancar un gallo sin golpear a los caballeros que la galantean, en lugar de eso, lo regala a una anciana india. Esto desencadena un conflicto con un mozo que se lleva el gallo, pero los indígenas defienden a Rosaura. Finalmente, Rosaura les pide que dejen al hombre en paz, ya que la costumbre y la ignorancia lo han hecho grosero.
Después de la fiesta, Rosaura se pasea por la ciudad y visita las alturas de San Cayetano, donde canta canciones colombianas y yaravíes, rodeada de aves, vive en una casita pintoresca y sencilla, con solo dos sirvientes. Su vida privada es un misterio, y los detalles sobre ella se comentan y se distorsionan en la ciudad.
La misteriosa y valiente Rosaura, quien desafía las costumbres y las expectativas sociales en un pueblo en el que los indígenas son explotados. Su llegada y sus acciones sorprenden y despiertan la curiosidad de la comunidad local.
CAPÍTULO VI
Rosaura, una mujer hermosa con nobles y generosos sentimientos, que debido a la desesperación, toma un camino oscuro. A medida que la historia avanza, se revela que Rosaura se ve atrapada en un matrimonio injusto que rompe, y se enfrenta a la corrupción y la tiranía de su sociedad.
A medida que la historia progresa, se insinúa que Rosaura se involucra en actividades oscuros y en lugares de mala reputación durante la feria del Cisne en septiembre. Sin embargo, después de estos días de excesos, la casa de Rosaura permanece cerrada y en silencio, indicando un cambio significativo en su vida.
CAPÍTULO VII
Después de la feria de estudiantes, donde uno de ellos, estudiante de Óptica y Acústica, recibe un estuche quirúrgico y una orden de su catedrático médico para realizar un estudio práctico de órganos. Llegan a una casa cerca del colegio y encuentran a un grupo conmocionado en un cuarto.
En ese cuarto, descubren el cadáver de una mujer, Rosaura, que antes era hermosa pero ahora está denegrecida y desgarrada. Se lleva a cabo una autopsia y el estudiante se retira, impactado por la cruda realidad de la muerte y la profanación del cuerpo de una mujer.
El estudiante reflexiona sobre la naturaleza humana y su desengaño al presenciar el proceso de autopsia. Se da cuenta de que la belleza y la divinidad que atribuía a las mujeres se desvanecen ante la realidad de la muerte.
Posteriormente, el estudiante intenta regresar a su colegio, pero un centinela se lo impide, lo que lo lleva a cuestionar la naturaleza de la humanidad y la fuerza.
Se incluyen cartas escritas por Rosaura y un amigo, Eduardo, en las que discuten su vida y su camino hacia la perdición. Eduardo intenta persuadirla para que vuelva al camino de la virtud, pero Rosaura siente que es demasiado tarde.
Culmina con la confirmación de la muerte de Rosaura debido a sus excesos durante la feria. Los curiales dan por terminado el sumario sin procesamiento.
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